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En efecto Dreyfus manda a su gente a emboscar el cortejo fúnebre pero son sorprendidos por la propia emboscada de los Únicos. Sin embargo, los dones que han mutado tienen un despertar, y como aún no los manejan todos comenten torpezas, y son fácilmente reducidos por la gente de Dreyfus que se dispone a matarlos. Axel, por su parte, es recluido en el penthouse para que nadie sepa que está vivo y haga reposo.
Intenta dormir pero gritos y pedidos de ayuda de una mujer que sólo él escucha se lo impiden. Intenta ignorarlos pero es imposible (es el nuevo don conferido en el cielo, no puede evitar oír a alguien que sufre). Axel ayuda a salir a Mía y descubre que despide bolas de fuego con sus manos cuando unos matones quieren reducirlos. Ella escapa pero Axel no lo logra.
Los matones, que trabajan para Dreyfus, le informan a este del hallazgo y él da la orden de que lo ahoguen en el tubo de acrílico. Allí lo meten pero Mía regresó para salvarlo. Reduce a los matones y se mete en el agua para desatarlo pero como no puede hacerlo, termina pasándole aire con su boca para que el no muera ahogado.
Intenta dormir pero gritos y pedidos de ayuda de una mujer que sólo él escucha se lo impiden. Intenta ignorarlos pero es imposible (es el nuevo don conferido en el cielo, no puede evitar oír a alguien que sufre). Axel ayuda a salir a Mía y descubre que despide bolas de fuego con sus manos cuando unos matones quieren reducirlos. Ella escapa pero Axel no lo logra.
Los matones, que trabajan para Dreyfus, le informan a este del hallazgo y él da la orden de que lo ahoguen en el tubo de acrílico. Allí lo meten pero Mía regresó para salvarlo. Reduce a los matones y se mete en el agua para desatarlo pero como no puede hacerlo, termina pasándole aire con su boca para que el no muera ahogado.
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