La actriz se sumó al elenco de la segunda temporada de Los Únicos que arranca hoy por El Trece. Dice que se lleva bien con la fama y que tiene un don para entender a la gente. |
Click en Leer más para seguir leyendo
Así de sencilla, como su comida, se muestra Emilia. Su DNI acusa 24 años, pero como comenzó su carrera de chica, su edad contrasta con su trayectoria. Hizo cine, teatro, televisión y fue modelo.
A los 12 años la descubrieron en la calle, mientras caminaba con sus amigas, y le ofrecieron hacer sus primeras fotos como modelo. Desde entonces, no paró de trabajar y con lo que ganó en los comerciales se pagó estudios, salidas, clases de canto y actuación.
“Arranqué como modelo pero siempre supe que eso era transitorio. Soñaba con ser actriz y se me dio. Esas cosas pasan cuando una desea mucho algo”, comenta Attias que debuta en Pol-ka y desde esta noche se pondrá en la piel de Mía, una de las nuevas agentes de Los Únicos. Su don será el de poder hacer fuego con su mente.
–Volvés a la ficción después de dos años. ¿Qué te mantuvo alejada?
–No es algo que haya pensado. Se dio de manera natural. Cuando terminé Casi ángeles y me fui, aproveché e hice otras cosas. Filmé dos películas, me atreví a Bailando por un Sueño, conduje Re -creo en vos, aunque duró poquito.
–¿Qué te llevó a aceptar este papel?
–El personaje me gustó mucho. Esto de la posibilidad de jugar con el fuego, me parecía interesante. Tenía muchas ganas de volver a la tele y me cerró perfecta la propuesta. Además quería estar en Pol-ka. ¡Volver a la ficción haciendo bolas de fuego me pareció lo más!
–Es la primera vez que trabajás para Pol-ka…
–Sí, y me parece súper. Me pone muy feliz haber entrado a trabajar con ellos y me encanta lo que hace la productora. No puedo creer la manera tan familiar que tienen de trabajar. Sin estrés, mucho respeto, buen humor. Se trabaja con mucha calidez. Estoy cómoda.
–¿Cuál es la clave de tu éxito?
–No sé. Estoy muy agradecida por todo lo que me está tocando. No está planeado. Sale desde el corazón y es todo lo que me gusta hacer. Fui buscando mi espacio y me dieron posibilidades. No sé cómo hice.
–¿Hay algún trabajo del que te arrepientas?
–Pienso que todo lo que hice, malo o bueno, me llevó hasta donde estoy. Lo elegí siempre desde un lugar instintivo, nunca hice nada a la fuerza. Cuando uno hace el camino por uno mismo, hasta cuando se equivoca sabe que fue genuina. No hay que hacer las cosas porque alguien te lo diga.
–¿Eras impulsiva a la hora de agarrar tus primeros trabajos?
–Nunca fui tan vertiginosa. Yo rechacé muchos trabajos al principio de mi carrera. Cuando estás en esa etapa te ofrecen cosas que te hacen “subir” y otras que te hacen “bajar”. Si hay algo que no hice, fueron dos cosas: nunca acepté hacer escándalos, aunque no era conocida. Me lo ofrecieron y nunca quise. Y tampoco nunca hice nada erótico ni demasiado porno. Todo fue súper fino y cuidado. Me gustó todo lo que hice, no hice nada border.
–¿Estás alejada del modelaje?
–Va a ser una carrera que siempre me va a acompañar. Cuando yo era chica no me sentía modelo y por eso necesitaba cambiar el porcentaje. Quería tener más de actriz que de modelo. A mí, incluso, me veían como actriz por las fotos que hacía. Yo expresaba más que una modelo. Tuve siempre esa condición de artista, es más coherente al revés de que lo que me pasó a mí. El modelaje me va acompañar para toda la vida, haré desfiles y campañas. Lo disfruto mucho y no siento que sea frívolo y muerto. Es una actitud que te late desde adentro.
–¿Igual te definís actriz, no?
–Sí, soy actriz. Cuando era modelo siempre tuve en claro que esa no iba a ser mi carrera. Desde muy chica fui modelo, se me dio la oportunidad y lo hice. A los 17 entré a la tele a hacer sketchs de humor y participé en algunas obras de teatro. En ese momento, no pensé que mi carrera iba a tener esta dimensión.
–Sin embargo, hay muchas modelos que se la dan de actrices…
–Actuar es otra cosa. Cada persona tiene la posibilidad de expresar, pero es correrse uno mismo o hallarse de otra manera. Sacar eso que tenés adentro y tal vez es una faceta que no conocés de vos misma. Yo, personalmente, creo que nací con ese deseo, sabiendo lo que quería para mí. Siento como que lo atraje con mi deseo. Sentía que iba a pasar. Nunca busqué el éxito o la fama. No fue una estrategia. Cuando me tocó ser modelo o vedette, sabía que era un camino hacia eso. Para mí es un regalo que todo haya pasado así. Tengo 24 años, me considero joven y tengo un presente bastante completo. Tengo deseos y ganas de superarme aun más.
–¿Cómo te llevás con la fama?
–Muy bien. Me gusta. Si bien no es algo que haya buscado, la fama llegó sola y no es algo de lo que reniego. Dije: “Poder actuar y encima ser famosa, está bárbaro.” Yo podría vivir tranquilamente de lo mismo sin ser famosa, hubiera hecho cosas en el off. Me gusta que la gente se acerque, valore lo que hago, me diga cosas lindas. Concibo de una manera especial y me gusta la posibilidad de ser un referente para muchos. Mi actitud y mi conducta transmiten, pero tengo un lugar donde siento que dejo algo más que lo personal.
–¿Salir a la calle y que te reconozcan?
–No, para nada. No me molesta porque sé que cuando no tengo la energía suficiente para bancármelo me quedo en casa o voy a lo de una amiga que me invita a comer. La mayoría de las veces estoy perfecta, mis fans siempre me dicen “sos re buena”. Soy agradecida, pero entiendo que a veces una está sin energía. Mi marido (el Turco Naim) también es famoso y cuando estamos cansados preferimos quedarnos en casa.
–El tatuaje de tu pie dice “People have the Power”. ¿Por qué lo elegiste?
–Dice: “La gente tiene el poder”. Es una canción de Patti Smith, o por lo menos yo la conozco por ella. Habla un poco de mi manera de pensar respecto de la gente que se olvida de que tiene el poder en todo sobre su vida. Uno tiene el poder de su vida, de poder decir lo que siente. Individualmente y en masa. El mundo está gobernado por gente. En la vida nadie nos dice lo que tenemos que hacer. Uno tiene el poder de hacer su vida como quiere.
–Estás en una ficción donde cada personaje tiene un don especial. ¿Cuál es el tuyo en la vida real?
–Tengo una gran capacidad instintiva de entender a las personas. Por eso a mí las cosas que me nacen son muy fuertes. Cuando alguien tiene una mala actitud para conmigo, la entiendo. Digo: “Lo hizo por esto, esto y esto.” Entiendo la psicología humana. Tengo la capacidad de intuir cómo es una persona. Eso te da mucho aplomo. Por esta forma de ser, ayudo a gente que no conozco. Hablo cosas muy profundas en muy poco tiempo, me conecto con su interior más profundo.
Una chica difícil de domar
Desde esta noche, a las 21:45, Los Únicos tendrá al aire su segunda temporada por El Trece. Entre las incorporaciones del ciclo, Emilia Attias se destaca con un rol protagónico en el que interpreta a Mía, una muchacha con capacidades superiores para incendiar cosas. Cuando era apenas una niña, Mía descubrió que tenía un don: la pirokinesis, la capacidad de prender fuego sólo con el pensamiento. Desde ese momento, su madre le enseñó cómo manejarlo, cómo cuidarlo, y lo más impotante: cómo ocultarlo. Un día, Dreyfus (Gianola), fascinado al descubrir el don de la joven, secuestra a su madre y obliga a Mía a trabajar para él.
Como la chica no es para nada dócil ni sumisa, apenas Dreyfus le encargue una misión delictiva ella se negará a hacerlo. El villano comprenderá que deberá domarla y así entrará en acción el personaje interpretado por Attias: Axel (Cabré) la encontrará cuando ella esté siendo víctima de las técnicas de “ablande” de Dreyfus.
–¿Qué tiene de especial tu personaje?
–Es muy divertido y temperamental. Tiene el poder del fuego, toca las cosas y puede prenderlas fuego. La hace una persona muy enérgica, muy angelada. Va muy al frente y es graciosa porque es un tanto torpe. Por supuesto tiene un costado dulce que lo saca ante la confianza de sus amigos.
–¿Compartís algo con ese personaje?
–Es como un costado mío. Yo soy muy fueguina en mi personalidad, así que comparto todo eso de ella.
–¿Cómo es volver a trabajar con muchos de los chicos que fueron compañeros tuyos en Casi Ángeles?
–Lo más porque ya nos conocemos. Con Nico (Vázquez), Gime Accardi, La China (Eugenia Suárez), entre otros, la verdad que es un placer. Nos conocemos y es fácil trabajar. Actoralmente sabés lo que va y lo que no, te ayuda a conectar al toque con el otro. La química está intacta. Es sólo ponerle ON y sale sola. En lo personal hay mucha confianza.
–¿Este año la tira va a tener un lado mas infanto juvenil?
–Yo veo que es lo mismo que el año pasado. Un programa familiar, porque vamos a las diez menos cuarto de la noche. Es un horario para toda la familia. Muchos de los que estamos hoy en la tira venimos del costado juvenil, entonces atraemos a la gente de ese palo.
El Ping Pong de Emilia
Puede mostrarse con rastas, al poco tiempo con pelo extremadamente corto y a los meses lacia. Todo lo hace con la misma naturalidad con la que se muestra en cámara. Attias intenta llevar su exposición pública de la mejor manera y no juega a ser la chica del momento con aires de diva. Es carismática y lo demuestra en “las rapiditas” de Tiempo Argentino…–¿Sos coqueta?
–Sí, re coqueta. Histérica del cuerpo no, pero me gusta verme bien y tengo buena genética por suerte. Vengo de familia tana así que me gusta comer y no soy una mina que se prive de eso. Como bien, pero sano.
–¿Comés mucho?
–Como sano. Milanesa con ensalada, fideitos con oliva o tuquito liviano. Me encanta cocinar. Me gusta comer comida posta y no chatarra. Siempre que tengo que darme un gustito, me lo doy.
–¿Comida favorita?
–¡Soy muy dulcera! Me pierdo con el chocolate, el helado.
–¿Qué es lo que mejor cocinás?
–Hago un tuco de puta madre. ¡Soy tana, me sale muy bien! Cocino muy buenas tortas. Hago un pastel tres leches que me sale increíble, igual que el Lemon pie.
–¿Pastel tres leches?
–¡Una receta secreta! (risas). Leche condensada, leche común y crema de leche. Es una torta que no se conoce mucho acá, pero es típica de Latinoamérica. En los restaurantes mexicanos se consigue. Me sale exquisita.
–¿Cuál es el secreto de tu figura?
–Entrenar. Soy deportista desde chica. Podría estar ocho horas por día haciendo actividad física. ¡No por obse, eh! Es porque me gusta. Tengo energía física. Jugué al hóckey y bailé toda mi vida.
–¿Qué poder especial te gustaría tener?
–Siempre digo el mismo, porque me encantaría. A mí me gustaría tener la capacidad de viajar en el tiempo. Tengo curiosidad por muchas cosas.
–¿Futuro o pasado?
–Pasado, a full. Futuro también, pero para chusmear como es el mundo después. Viviría viajando, jamás estaría en el presente. Me iría a años en los que yo no existía, a la época donde no había colonización, me iría a todas las décadas. Charlaría con muchas personas. Mi mejor juguete seria una máquina del tiempo, sin dudas.
Fuente: Tiempo Argentino
No hay comentarios:
Publicar un comentario